Del mismo modo que adaptas tu hogar a prueba de niños o les alimentas de forma saludable, es igual de importante protegerlos de los dañinos rayos UV para evitar inmediatas quemaduras solares o afecciones cutáneas más adelante. Aunque los niños son más sensibles a la exposición solar, sabemos que les encanta salir a jugar, así que ¿por qué impedírselo?
Quizá te preguntes por qué. Así que veámoslo. Su piel contiene poca melanina (el pigmento que da color a la piel, el pelo y los ojos), que les protege del sol. La primera línea de defensa contra los daños cutáneos debe ser, por tanto, buscar la sombra y vestirles con ropa protectora contra los rayos UV que les cubra los brazos y las piernas. Utiliza un gorro que les cubra la cara, el cuello y las orejas, y un cochecito con parasol.
A partir de los 6 meses, ya puedes utilizar protección solar. Nota: la sombra y la ropa protectora siguen siendo superimportantes. A medida que el bebé crece, es natural que pase más tiempo al aire libre. P20 KIDS protegerá la piel expuesta al sol, como las manos y el rostro. Alrededor de los dos años tienen tanta energía que es difícil conseguir que se estén quietos, por lo que tendrás que buscar soluciones más creativas para aplicarles el protector solar P20. P20 SPRAY y CONTINUOUS SPRAY son ideales para una aplicación rápida. Además, con su fórmula de secado rápido, es menos probable que el producto acabe en los ojos de los niños pequeños.
Además, P20 Kids proporciona a tus hijos una protección solar altamente resistente al agua. Tanto si están jugando en la playa, chapoteando o nadando en la piscina del jardín, estarán totalmente protegidos hasta 3 horas.
Consejos:
#1 Ponerse el protector solar puede ser divertido: Por todo el cuerpo puedes encontrar marcas de nacimiento o lunares. Son básicamente lo mismo, pero la principal diferencia es que las marcas de nacimiento están presentes al nacer y los lunares salen con el paso del tiempo. La mayoría de los lunares no son peligrosos ni cancerígenos, y los hay de muchas formas y tamaños: marrones, negros, peludos, con relieve, grandes, pequeños… Pero, al igual que el resto de la piel, es muy importante proteger los lunares y las marcas de nacimiento, ya que la exposición prolongada a los rayos UVA y UVB puede dañarlos y provocar cáncer de piel. La protección solar de amplio espectro, como P20 Sensitive Skin, te proporciona una protección triple los 365 días del año.
#2 No olvides aplicar el protector una segunda vez: Si tienes pecas, te habrás dado cuenta de que siempre que sale el sol, tus pecas se ven mucho más. Estas pequeñas manchas oscuras son células de la piel que han producido pigmentación adicional y se activan con la exposición al sol. Por lo general, las personas con el gen de las pecas (MC1R) tienen la piel pálida, aunque cualquier ser humano, independientemente del color de su piel, puede nacer con pecas.
Las pecas tienen un cometido, ya que, en cierto modo, actúan como filtros solares y bloquean de forma natural los rayos UV para que no penetren en las capas más profundas de la piel. Pero no te engañes: si tienes pecas, los rayos UVA y UVB pueden seguir dañando tu piel y debes utilizar protección solar. A algunas personas no les molestan sus pecas, pero otras prefieren que se noten lo menos posible, sobre todo en la cara, por el tono irregular que proporcionan a su piel. Una forma estupenda de proteger tus pecas es con P20 SENSITIVE FACE SPF 50+, que te proporciona una crema solar de amplio espectro para todo el día, formulada específicamente para proteger el rostro y el cuello de los daños cutáneos de los rayos UV.
#3 Puede que necesites una dosis adicional si tienes un día activo: Pueden aparecer debido a cambios hormonales, como el embarazo o el envejecimiento, pero en general la exposición prolongada al sol acelera la producción de melanina (el pigmento responsable del color de la piel) y provoca manchas solares. La mayoría de la gente quiere prevenir su aparición durante el verano. Si tú también quieres evitarlas, debes poner en práctica las técnicas de protección adecuadas y la protección solar es, obviamente, de gran importancia. Exponer la piel al sol, broncearse o quemarse provocará sin duda, la despigmentación de la piel o que aparezcan manchas del sol, por lo que si no quieres que aparezcan, debes usar protección solar todos los días y aplicarla de forma generosa y constante. Recomendamos aplicar, como mínimo, una dosis generosa de P20 FACE SPF 30 en el rostro. Si el cuello, el pecho, los brazos y las piernas también están expuestos, también deberás aplicar P20 en esas zonas.